Seguidores

lunes, agosto 8

ALGO SOBRE EL DUELO


La palabra duelo, etimológicamente, está relacionada con el concepto de dolor; consiste en la elaboración que realizo internamente cada vez que me separo de alguien o de algo. Cuánto haya querido a ese algo determinará la intensidad y duración de ese duelo, pero no su existencia.

Siempre hay un duelo que atravesar después de una separación, y en nuestro caso es la separación de nuestra salud... Nuestra educación conspira contra la elaboración y aceptación de los duelos. La mayoría de la gente externa a nuestro dolor suele decir, todo va a estar bien, no te preocupes, y lo que ellos no entienden es que estoy sufriendo por lo que perdí en ese momento y no por lo que viene después.

Tememos el duelo, tememos al dolor y este aparece como una terrible amenaza a nuestra integridad.

Para algunos sufrir es señal de debilidad y yo te digo que para mí, sufrir y aceptar lo que me duele es señal de un inmenso valor.

Me atrevo a decir que me duele la situación por la que estoy pasando y me atrevo a decir que sufro porque mi salud se aleja en ese preciso momento que me dicen TIENES LUPUS. Y soy valiente y acepto que me siento impotente, quizás, una y mil veces.

Y entonces, qué hacemos.

El intento más común es NO COMPROMETERSE AFECTIVAMENTE CON NADA NI NADIE (o lo menos posible, con los menos posibles), en la fantasía de que “si no quiero a nadie ni nada, no me dolerá perder a nada ni a nadie”. En un caso de enfermedad, el no comprometerte, es una muerte lenta, es no seguir las indicaciones del Doctor y la innumerable lista que se te ha venido a la mente, en este momento.


Si no acepto que me duele esa pérdida, evito comprometerme con esa parte sensible que tengo, esa parte que me permite sufrir y que me permite trascender a través del dolor por la pérdida de mi salud.


Les tengo un aviso a todas esas personas que quieren evitar comprometerse o en nuestro caso aceptar que tenemos LUPUS. Y mientras luchamos en no aceptar este hecho, sufrimos.
  

El evitar comprometerse NO FUNCIONA porque si pensamos de esta manera primero) evitamos una vida comprometida, el contacto y la intimidad y además, porque el duelo no depende de cuanto yo quiero aquello que pierdo.


El segundo intento es más terrible aún. Consiste en la velada decisión de no separarme NUNCA DE NADA. Así acumulo cosas y relaciones que no finalizan jamás, que no se renuevan, que permanecen estáticas. Llegamos a relacionarnos tanto con el no aceptar lo que nos duele, lo que molesta, eso que nos hace sufrir, que se quedan simplemente para ahogarnos y no alcanzamos a ver que hay momentos en que es bueno renovarnos y separarnos de aquello que hace daño.


Yo no sé qué es lo que te hace daño, solo sé que en algún momento te darás cuenta de eso y llegará también el momento adecuado en que le digas adiós.


Llegamos a coleccionar sentimientos de rabia, frustración, dolor, rencor y se eternizan, se quedan con nosotros todos los días de nuestra bendita vida.... HASTA QUE LO PERMITAS.

"Cuando yo tenía una familia, solía recorrer mi casa dos veces al año y detenerme unos minutos frente a cada objeto... Y toda cosa que no había sido usada o disfrutada en los últimos seis meses, había perdido el derecho de permanecer y era lanzada fuera de la casa... Barry Stevens"


Mientras tanto, la mayoría de nosotros tememos separarnos de las cosas mas inútiles porque nos asusta necesitarlas mañana, o porque nos asusta hacerle frente al dolor o a aquello que creemos no poder hacerle frente.


A que no le has podido hacer frente tu? A que le temes separarte? Lo necesitarás mañana?


Me importa vivir con toda plenitud los duelos por mis pérdidas, por mis cambios, por mis muertes.


Si no me puedo separar de aquello que hoy no está, no podré encontrarme libre para vincularme con lo que en este momento si está aquí conmigo. Una oportunidad de vida, con mi LUPUS, que si bien en un principio sentí que vino a joderme la vida, no me jode nada, porque decido ser más astuta que él y conocerlo y en lugar de enojarme, seguir conociéndolo, hasta el día en que estemos EN PAZ.


Por el día de hoy quisiera comprometerme afectivamente conmigo y decido vivir armoniosamente conmigo, quiero hacerlo con todo lo que está alrededor y dentro de mí.


Y solo por este día, no coleccionaré lo que me hace daño, solo por este día sacudiré mi armario de todo aquello que no sirve. Le diré adiós a eso que ya no necesitaré el día de mañana porque no me hace mejor.


Y en este nuevo día aceptaré que aquello que me duele, me permite conocerme aún más y me hace más grande y valiente, no más débil, aceptaré mi frustración e impotencia hacia lo que no puedo controlar.


Tengo recaídas (brotes), todos las hemos tenido y me daban una rabia inmensa y lloraba de corage y frustración porque creí que el lupus tenía la culpa, al menos antes lo creía amigos, tú lupus tienes la culpa. Y saben qué? Nadie tiene la culpa de estar enfermos, de tener daño en los órganos, etc.


Solo tengo la culpa de quedarme sin hacer nada. Solo de eso.


Y a medida que comprenda que soy responsable de lo que hago de mí. Tal vez nos daremos cuenta que somos arquitectos de nuestro propio destino y que en cualquier momento podemos hacer este destino mas hermoso. Tal vez existan cosas que no podemos controlar y para esos momentos te comparto una de mis oraciones favoritas:


Dios, dame la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar;
Valor para cambiar las cosas que puedo;

y sabiduría para reconocer la diferencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario