Estrategia de anticipación: Permite abordar el problema o situación  estresante  con tiempo previo de preparación. Esto permite que la mente resuelva   los principales interrogantes sobre las acciones a ejecutar y se sienta  segura  con los próximos pasos a dar.
Estrategia de evasión: Es la reacción ante algo que se seguramente producirá angustia  o ansiedad.  Es recomendable identificar aquellos momentos que producen estres  innecesariamente y evitar esas situaciones.
Técnicas Cognitivas para el control del Estrés
Las técnicas de intervención cognitiva del estrés son muchas  y dependiendo cuáles son los síntomas que usted padece deberá escoger  una u otra. Intentaremos que la explicación de las técnicas sea lo más  coloquial posible para que la persona sea capaz de practicar por sí  misma una vez evaluado su estrés. 
Recuerde que los mayores beneficios de la intervención cognitiva del  estrés sólo pueden obtenerse después de una práctica regular durante  algún tiempo. Cuando aprenda la técnica, deberá buscar un lugar  tranquilo donde no ser distraído.
Asimismo, es conveniente la práctica a diario, ya que la  práctica ayudará a desarrollar nuevos patrones de pensamiento y conducta  que gradualmente se convertirán en automáticos. Una vez aclarado esto  vamos a introducir el concepto de dolor emocional o estrés ya que sin  comprenderlo es difícil que las técnicas de intervención cognitiva  puedan hacer efecto.
Combatir pensamientos deformados
Es efectiva para reducir la frecuencia e intensidad de la  ansiedad interpersonal y general, la depresión, desesperación,  ineficacia, baja autoestima, la cólera crónica y el perfeccionismo  compulsivo. Lo primero que hay que hacer es aprender a identificar los  15 tipos de pensamientos deformados que seguidamente  describiremos:
1. Filtraje: esta distorsión se caracteriza por una  especie de visión de túnel; sólo se ve un elemento de la situación con  la exclusión del resto. Se resalta un simple detalle y todo el evento  queda teñido por este detalle.
2. Pensamiento polarizado: Se tiende a percibir cualquier cosa de forma extremista, sin términos medios.
3. Sobregeneralización: En esta distorsión se produce una  extensión, una conclusión generalizada a partir de un incidente simple o  un solo elemento de evidencia. Esta distorsión conduce inevitablemente a  una vida cada vez más restringida.
4. Interpretación del pensamiento: Cuando una persona  interpreta el pensamiento hace juicios repentinos sobre los demás. En la  medida que su pensamiento interpreta, también se hacen presunciones  sobre cómo está reaccionando la gente a las cosas que la rodean,  particularmente cómo están reaccionando los demás ante usted.
5. Visión catastrófica: Cuando una persona catastrofiza,  una pequeña vía de agua en un barco de vela significa que seguramente se  hundirá. Estos pensamientos a menudo empiezan con las palabras "y  si...".
6. Personalización: Es la tendencia a relacionar algo del  ambiente consigo mismo. Por ejemplo, una madre deprimida se censuraba  cuando veía algún signo de tristeza en su hijo. El error básico de  pensamiento en la personalización es que se interpreta cada experiencia,  cada conversación, cada mirada como una pista para analizarse y  valorarse a sí mismo.
7. Falacias de control: Existen dos formas en que puede  distorsionarse el sentido de poder y control de una persona. Una persona  puede verse a sí misma impotente y externamente controlada u  omnipotente y responsable de todo lo que ocurre alrededor. La persona  que se siente externamente controlada, se bloquea. El polo opuesto de la  falacia del control externo es la falacia del control omnipotente. La  persona que experimenta esta distorsión se cree responsable de todo y de  todos.
8. La falacia de justicia: Se basa en la aplicación de las  normas legales y contractuales a los caprichos de las relaciones  interpersonales. Se expresa a menudo con frases condicionales: "Si me  quisiera, no se burlaría...".
9. Razonamiento emocional: En la raíz de esta distorsión  está la creencia de que lo que la persona siente tendría que ser  verdadero. Si se siente como un perdedor, entonces tiene que ser un  perdedor.
10. Falacia de cambio: El supuesto fundamental de este  tipo de pensamiento es que la felicidad depende de los actos de los  demás. La falacia de cambio supone que una persona cambiará si se la  presiona lo suficiente. La esperanza de felicidad se encuentra en  conseguir que los demás satisfagan nuestras necesidades. Las estrategias  para cambiar a los otros incluyen echarles la culpa, exigirles,  ocultarles cosas y negociar.
11. Etiquetas globales: Se trata de generalizar una o dos  cualidades en un juicio global, con lo cual la visión que se tiene del  mundo es estereotipada y unidimensional.
12. Culpabilidad: A menudo la culpabilidad implica que  otro se convierta en el responsable de elecciones y decisiones que  realmente son de nuestra propia responsabilidad. Otras personas  focalizan la culpabilidad en ellas mismas exclusivamente.
13. Los "debería": En esta distorsión, la persona se  comporta de acuerdo a unas reglas inflexibles que deberían regir la  relación de todas las personas. Las palabras que indican la presencia de  esta distorsión son debería, habría de, o tendría. No sólo son los  demás quienes son juzgados, sino que también la persona se hace sufrir a  sí misma con los debería.
14. Tener razón: La persona se pone normalmente a la  defensiva; tiene que probar continuamente que su punto de vista es el  correcto, que sus apreciaciones del mundo son justas y todas sus  acciones adecuadas. Las opiniones de este tipo de personas raramente  cambian porque tienen dificultad para escuchar nuevas informaciones.  Cuando los hechos no encajan en lo que ya creen, los ignoran.
15. La falacia de la recompensa divina: En este estilo de  ver el mundo la persona se comporta "correctamente" en espera de una  recompensa. Se sacrifica y trabaja hasta quedar extenuada y mientras  tanto imagina que está coleccionando puntos angelicales que podrá cobrar  algún día.                              Para empezar a combatir las distorsiones, se debe volver  al momento en que se experimentó la emoción ansiógena o el conflicto  interpersonal.
El siguiente procedimiento que está formado por cuatro  pasos, le ayudará a identificar que se sintió y pensó en tal situación.  También le ayudará a descubrir las distorsiones y a reestructurar los  pensamientos. Los cuatro pasos son:
1. Nombrar la emoción
2. Describir la situación o suceso
3. Identificar las distorsiones
4. Eliminar las distorsiones, reescribiendo de nuevo el pensamiento. 
Hagamos este ejercicio, veamos que traemos dentro que nos provoca ese estrés.
 
 
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